miércoles, 10 de junio de 2009

Play the Game

Días atrás Paul McCartney, Ringo Starr, Olivia Harrison y Yoko Ono anunciaron la salida del juego de Play Station "The Beatles Rock Band". La fecha de lanzamiento será el 9 de Septiembre de este año y, por supuesto, ha concitado una enorme atención por parte de los medios, como lo hace cualquier noticia vinculada a la banda. Lo cierto es que cuarenta y cinco canciones remasterizadas han sido incluídas en el juego y habrá (como siempre) alguna que otra edición especial que entregará algún inédito para aquellos que se animen a comprar la Xbox LIVE de Microsoft, que tendrá una versión descargable de "All you need is love". Lo recaudado a través de esta edición especial se destinará a un fondo para "Médicos sin Fronteras".
La presentación fue en Los Angeles y se anunció que el juego remedará las actuaciones en The Cavern, The Ed Sullivan Show, The Shea Stadium, The Rooftop Concert (el mítico Concierto de la Azotea) y muchas otras presentaciones de la banda con los clásicos de toda su carrera.
Tal vez sea una muy buena manera de acercar a las nuevas generaciones a la música del grupo que transformó la música popular y revolucionó al mundo.
¿Quieren darle una mirada para ver cómo será? ¿Quieren opinar?

Cinema Show

Sir Mick Jagger también está en campaña. No por poder; bueno, sí , para poder salvar el cine EMD de Walthamstow en Londres donde grupos de los sesenta (incluídos los Stones) actuaron. Se llamaba en ese entonces "The Granada".
El cine abandonado, fue comprado en el año 2003 por la Iglesia Universal del Reino de Dios y se le ha negado a ésta el permiso para usarlo como iglesia, aunque podrían conseguirlo.
Jagger declaró que esos lugares son la savia de la historia cultural inglesa y han ayudado a la música popular de ese país a ser conocida por las grandes audiencias. Y pretende, junto a otros artistas, conservar este edificio histórico para las generaciones futuras como centro de artes.
Tal vez lo haga sólo por mantener en alto la bandera que con su grupo levantó en 1968.
Del álbum "Beggars Banquet" el tema Sympathy for the devil (ensayos reflejados en el documental de Jean-Luc Godard).

The song remains the same

Sting y Edin Karamazov tocando en vivo "Come Again" , una obra de John Dowland (compositor del siglo XVI)
Interpretación conmovedora , coro celestial y audiencia muy especial.
Del álbum "Songs from the Labyrinth" : música atemporal.


viernes, 5 de junio de 2009

Pepper

El 1º de Junio de 1967 The Beatles editaban "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". Hay quienes piensan que Sgt. Pepper no fue el mejor álbum de Los Beatles. Incluso hay quienes piensan que no fue el mejor álbum de 1967. Es probable. Hasta hay quienes, erróneamente, le dieron a Sgt. Pepper la incuestionable calidad de álbum psicodélico. Personalmente no lo creemos. La psicodelia fue una estética determinada que artistas y músicos de la época llevaron adelante con una vigencia y un éxito que el tiempo se encargó de juzgar.
Pero, desde nuestro punto de vista, Pepper está en las antípodas de la psicodelia, que era una corriente dentro de la cual se podían incluir muchas cosas, cualquier cosa. Sgt. Pepper’s no era cualquier cosa.
Es noviembre de 1966 y Los Beatles comienzan las sesiones de grabación con vistas a su próximo álbum después de Revolver. George Martin está en la producción con un nuevo ingeniero de sonido, Geoff Emerick, ya que el anterior, Norman Smith, se había alejado para producir a Pink Floyd (Curioso, ¿no es así?) Los tres primeros trabajos son When I’m sixty four, Strawberry fields forever y Penny Lane. Ambos temas parecían ser un vasto, gigantesco paso adelante, algo que era mejor que todo lo que alguna vez se hubiera escuchado, algo apuntando hacia una nueva generación y un nuevo tiempo.
EMI estaba ansiosa por un nuevo simple Beatle, y se decidió que sería Penny Lane y Strawberry fields forever, salidas del corazón mismo de Pepper, aunque luego no lo integrasen, ya que se deseaba que ningún tema del álbum en proyecto fuera un simple.
Esta fue, de extraña manera, el comienzo de la obra conceptual de Sgt. Pepper’s como unidad indisoluble. Como también parecía ser en ese entonces indisoluble la unidad de Los Beatles. Un ambiente de camaradería reinaba en las sesiones de grabación y hacía fáciles las cosas. De otra manera es imposible pensar que una maravilla como Pepper haya sido realizada con las condiciones técnicas de la época. Hoy en día se trabaja en cuarenta y ocho pistas o más. Pepper fue grabado en irrisorias y simples máquinas de cuatro pistas, una tecnología de la que nadie podría suponer que saldría el álbum que revolucionó una era y las siguientes, claro que con el agregado de un par de detalles sin los cuales la tecnología nada vale: el talento y la creatividad. Creatividad que hasta les permitía suponer que eran otra banda, ahora sí, La Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pepper, que le pedía permiso a Los Beatles para ocupar su lugar por un tiempo e invitarlos a su audiencia. Dejaban de lado el protagonismo, o lo delegaban en sus “alter-egos”, para que cantaran y contaran las historias que Los Beatles querían escuchar, con la mayor simpleza posible, pero, a la vez, con mayor perfección que la hasta entonces lograda. Pepper fue un escudo, una máscara que les permitió mostrar Los Beatles que nadie conocía pero que todos esperaban. Una vez más, los magos sacaban conejos de la galera y los hacían correr por las mentes de su público.
Había más para dar e iba a ser dado generosamente, sin ningún retaceo, pero con una pequeña condición: el Sargento Pepper se presenta y luego pregunta: “¿Qué pensarías si desafino? ¿Te pararías y me dejarías plantado? Préstame tus oídos y te cantaré una canción y trataré de no cantar fuera de tono. Lo lograré con una pequeña ayuda de mis amigos. Llegaré alto con una pequeña ayuda de mis amigos.”
Había que acompañarlo entonces hasta el fin del concierto, una asombrosa travesía que nos haría viajar por un cielo con diamantes y hacer que las cosas mejoraran para permitir arreglar los agujeros, ver como ella se va de casa, tal vez para asistir a un show en beneficio de Mr. Kite; nos haría estar en nosotros pero sin nosotros, para luego hacernos pensar cómo seremos a los sesenta y cuatro, conocer a la adorable Rita y saludarla con un Buenos días, buenos días, para bajarnos al final del concierto en el que el Sargento nos dice que espera que lo hayamos disfrutado, nos agradece una vez más y, por cierto, olvidaba contarnos cómo es un día en la vida.
Todo el mundo sabe que para lograr algunas cosas hace falta talento y trabajo. Agregamos a esto otra palabra importante: respeto. Y el enorme respeto que mostraron Los Beatles hacia el destinatario de sus obras se ve confirmado no sólo por el meticuloso desarrollo de lo musical en Pepper, sino en su presentación, que también fue revolucionaria. La portada de Pepper fue absolutamente innovadora en todo sentido: primera tapa doble, la primera vez que se incluían las letras de las canciones, un desplegable con las insignias del Sargento y un concepto general totalmente inédito, uniendo contenido y continente para dar origen a lo que conocemos como “obra conceptual”.
Pero además de todo ésto -que ya de por sí era inusual como esfuerzo en cuanto a la cubierta de un álbum-, hay un dato que resulta contundente a la hora de evaluar por qué Pepper fue una obra decisiva para toda la música posterior a él. El primer álbum de Los Beatles fue grabado en 585 minutos. Algo menos de 10 horas. En cambio Sgt. Pepper’s fue realizado gracias a unas 700 horas de grabación, unos 42.000 minutos, más de 70 veces el tiempo de Please, please me.
Habría muchísimo más para hablar sobre Pepper, porque los detalles de todos sus aspectos son riquísimos. En este caso sólo nos resta repetir lo del comienzo: como dicen algunos, es probable que no sea el mejor álbum de Los Beatles. También es probable que no haya sido el mejor álbum de 1967. Sin embargo, es la obra que definitivamente capturó el espíritu de una época y lo hizo perdurable, inmortalizó un momento de la historia y lo convirtió en eterno.
Habrá habido álbumes que a juicio de otros tal vez fueron mejores. Todo es probable. Lo que es absolutamente seguro es que seguiremos escuchando Sgt. Pepper’s cuando tengamos sesenta y cuatro.
(Extracto de "The Beatles - Dos de Nosotros" - Buenos Aires - 1997)

La Semana en La Salamandra

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jueves, 4 de junio de 2009

Koko Taylor: adiós a una reina


Se murió una de las grandes del blues. Ayer, 3 de Junio de 2009 murió Koko Taylor, la "Reina del Blues". En 1962 con la ayuda de Willie Dixon (maravillado por su talento), Koko consiguió un contrato con la grabadora Chess. Su primer éxito, en 1965, fue Wang Dang Doodle, del que se vendieron millones de copias y hoy es uno de los clásicos del blues. En ese tiempo Koko fue considerada por muchos críticos la principal figura femenina del mundo del blues: de ahí surgió que se le conociera como la reina. Innumerables actuaciones hicieron de ella una de las principales referentes femeninas del género. En el transcurso de su extensa trayectoria, Koko recibió todos los premios que en blues se puedan obtener; incluso, el 3 de marzo de 1993, el alcalde de Chicago, Richard M. Daley, la nombró Leyenda del Año y declaró esa fecha el Día Koko Taylor en esa ciudad. Su disco más reciente, Old School (2007) fue postulado a un Grammy (ocho de sus nueve álbumes fueron candidatos a ese premio), galardón que ganó en 1984 por su aparición en la recopilación Blues Explotion. En 2004 recibió la beca Patrimonio Nacional, uno de los más altos honores para un artista estadunidense. A principios de este mes de Mayo de 2009 obtuvo su galardón Nº 29: el Premio de la Música Blues. Cora Walton, nombre real de Koko, nació en una finca en las afueras de Memphis, el 28 de septiembre de 1928. Se inspiró en el gospel y el blues de artistas como BB King, Rufus Thomas, Big Mama Thornton y Bessie Smith, pero también desempeñaron un papel importante otros como Muddy Waters, Sonny Boy Williamson y Howlin’ Wolf. Una mujer que sentía el blues, una dama de las irreemplazables. Se fue Koko Taylor, el blues está más triste.

domingo, 31 de mayo de 2009

Una hermosa imagen

Para los que amamos todo lo que la radio significa, esta es una hermosa imagen. Uno piensa a cuánta gente acompañó y cuántos buenos momentos ha dado este aparatito y no puede menos que enternecerse.
Información, entretenimeinto, imaginación, música, un teatro de la mente. La radio es el medio que puede contener todo y pide muy poco: apenas tener los oidos abiertos. Lo demás lo hace ella.....

viernes, 29 de mayo de 2009

Bob Dylan, el poeta del rock

El sábado 24 de Mayo de 1941, a las 9.05 de la noche, en el Hospital Mary de Duluth, Minnesota, nace Robert Allen Zimmermann, el hombre que con el correr de los años sería Bob Dylan, una leyenda cuyo autor es él mismo. Persiguiendo la figura de su ídolo Woody Guthrie, Bob llegaría a inventarse una historia, o muchas, deformaría sus orígenes, alimentaría mitos y sin dudas sabría abrirse camino en la historia de la música contemporánea con su enorme talento y con su férrea determinación. Cuando en su primera presentación en New York un crítico aventuró que "Bob Dylan está hecho del material con el que se hacen las leyendas" no se equivocó. A medida que su fama crecía como músico folk, Dylan iba tomando conciencia de que su rol debía estar mucho más allá de un sólo género. Así es que en el Festival de Newport de 1964, horroriza a la cerrada audiencia folk al electrificar su número, ganándose en apodo de Judas y un enorme rechazo del público. Pera ya la marcha de Dylan era imparable, y se erigió en el representante de toda una generación de jóvenes que encontraron en su voz las palabras que querían expresar sobre la guerra, la moral y la hipocresía que sumía a la sociedad norteamericana (y mundial) por aquellos años. Y en cada uno de sus giros a lo largo de su carrera, Bob Dylan supo amplificar la voz popular en su guitarra y en su armónica a veces, y otras en su banda de rock, fuese cual fuese según la época, con un desasosiego que de ninguna manera deja de lado la esperanza. La lista de sus álbumes es enorme, tanto como la de sus canciones que son parte del inconciente colectivo, siendo uno de los más prólifcos autores contemporáneos: "Blowing In The Wind" "Mr. Tambourine Man", "Just like a Woman", "A hard rain's gonna fall", "Don't think twice is alright", "All along the Watchtower", "Lay, Lady, Lay", "Maggie's Farm", "Masters of War", "Knocking on Heaven's Door", "Idiot Wind" "Like a Rolling Stone" y tantísimas otras más.


Quizás este breve comentario (que de ninguna manera intenta ser una biografía) deba terminar con la descripción que, con su acostumbrada y filosa ironía, hace de sí mismo: "¿Quién es Bob Dylan? Yo sólo soy Bob Dylan cuando tengo que ser Bob Dylan. La mayoría del tiempo yo quiero ser yo mismo. Bob Dylan nunca piensa sobre Bob Dylan. Yo no pienso en mi mismo como Bob Dylan. Es como dijo Rimbaud: Yo soy el Otro".



miércoles, 20 de mayo de 2009

Rick Wakeman, Mago del Teclado

Richard Christopher Wakeman nació en Perivale, Middlessex el 18 de Mayo de 1949, es decir que Rick Wakeman ha cumplido 60 años. Es prácticamente imposible abarcar la carrera de Rick en un breve comentario ya que sólo su discografía personal comprende más de 90 títulos de los más variados estilos, y puede deslumbrar con un estupendo trabajo de tipo conceptual, o encarar el costado más clásico de su talento, entregando su música sólo con un piano.
Comenzó a tocar en 1963 con un grupo muy entusiasta aunque de poco progreso en lo musical llamado The Atlantic Blues. Hacia 1968 concurre al Royal Collage of Music para completar su formación, donde estudia piano, clarinete, música moderna y orquestación.
En 1970 se une a The Strawbs y luego de dos discos (“Just a collection of antiques and curios” y “From the witchwood”) se une a Yes, para grabar “Fragile” y “Close to the Edge” Esto colocó a Rick en el pináculo de los dioses del teclado, ya que muchos consideran que él es el tecladista ideal de la banda. Después colaboró con David Bowie, Carta Magna, Cat Stevens, abriendo así una inmensa lista de colaboraciones como sesionista a lo largo de toda su carrera. Cuando le tocó el turno a su presentación estelar como solista, firmó contrato con A&M y editó el magnífico “The Six Wives of Henry the VIII”, álbum conceptual sobre la vida de las seis mujeres del polémico monarca. Un año después, como miembro de Yes, editaría junto al grupo “Tales from Topographic Oceans” Casi podría decirse que con esto es suficiente para considerar a un músico entre los más importantes de la historia. Pero estamos apenas en 1974 y a partir de ahí Rick edita (como dijimos al comienzo) más de 90 títulos solistas entre los que figuran “Journey to the Centre of the Earth”, “The Myths and legends of King Arthur and the Kinghts of the Round Table” “Lisztomania”, “No earthly connection”, "1984", "Heritage Suite", "Return to the Centre of the Earth" o el más reciente y muy recomendable “Out There” del año 2003, que confirma que su talento se mantiene intacto a través del tiempo . Esto es apenas una pequeña reseña de su carrera, ya que a lo largo de más de 35 años ha habido regresos y reuniones en los que engalanó con su teclado los conciertos de Yes. Además, Rick ha sido incansable en sus presentaciones personales. Alguna vez, aquí en la Argentina, tuvimos la fortuna de poder charlar con él y tiene la humildad que caracteriza a los grandes y un humor excelente. Es posible que pronto vuelva a visitar nuestro país.
Presentamos aquí dos versiones del mismo tema en diferentes épocas: 1975 y ya en los 90’s: es Catherine Parr, de “The Six Wives of Henry the VIII”

Y pensar que algunos creíamos que en vivo era imposible de hacer!!!

sábado, 16 de mayo de 2009

Steve Winwood o el permanente resurgir

Stephen Lawrence Winwood nació el 12 de mayo de 1948 cerca de Birmingham en Inglaterra.
Su primer contacto con la música fueron los tambores, aunque claro, pronto la guitarra y el piano pasaron a ocupar el primer lugar en sus preferencias. A los 8 años, junto a su hermano Muff y a su padre empezó a tocar en el grupo de Ron Atkins. “Tuve mucha suerte”, dice. “Mi padre era muy flexible en cuanto a la forma de hacer música y me apoyó cuando se dio cuenta que lo mío era la música. Esa era razón suficiente, incluso si eso no me servía como una carrera”. Con apenas 15 años, se une al Spencer Davies Group y muestra allí el colorido particular de su voz y, a pesar de sus pocos años, un cómodo dominio sobre los teclados. Con este grupo tendría su primer gran éxito: “Gimme some lovin”.
Luego vendrían Traffic junto a Dave Mason, Jim Capaldi y Chris Word. Esta banda es una de las más originales y personales del rock inglés, una mezcla de R&B, el pop de Los Beatles de ese entonces (1967), psicodelia, jazz y folk británico. “Paper Sun”, “Mr. Fantasy”, “Traffic” son algunos de los álbumes que Winwood entregó junto a la banda. Hacia 1969 los inevitables roces llevaron a una separación del grupo, y Steve se une a Eric Clapton, quien acababa de dejar Cream, para armar un nuevo supergrupo: Blind Faith, que produciría un único y brillante disco en su corta carrera, que terminó en menos de un año y llevó a Winwood a unirse a la extraña “Ginger Baker’s Air Force”, la agrupación que había armado el baterista.
Poco tiempo después retornaría Traffic con muy buenos álbumes como “John Barleycorn Must Die” y el excelente “The Low Spark of High-Heeled Boys” en el que el rumbo era claramente marcado por Winwood. Hacia 1974 la banda vuelve a separarse y Winwood se perfila como músico de sesiones, algo cansado de las idas y venidas de los grupos. De allí en adelante sería solista, a pesar de esporádicas colaboraciones con su compañero de Traffic Jim Capaldi. Algunas desilusiones con respecto a la repercusión de sus trabajos solistas lo hicieron recluirse durante varios años en su granja para reaparecer en 1980 con “Arc of Diver” un trabajo en el que encaraba todos los instrumentos. Así progresó su carrera solista recorriendo varias discográficas con diferentes trabajos, como “Talking back to the Night”, “Roll with It” o “Refugees of the Heart”. El año pasado se unió en gira a Eric Clapton, entregando momentos maravillosos y presentó un nuevo trabajo: “Nine Lives”, todo un título en referencia a una carrera en la que los resurgimientos fueron una constante. Nada extraño en un músico del calibre de Steve Winwood.

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