miércoles, 13 de octubre de 2010

Zildjian Day 2010

Hace pocos días, el 4 de Octubre, en el Teatro Astral tuvimos la oportunidad de presenciar este importante evento llevado adelante por Zildjian, una de los más importantes fabricantes de platillos del mundo, cuya historia cuenta ya con 400 años. Sus diferentes líneas de productos son las preferidas de la mayoría de los bateristas amateurs o profesionales y son incontables los grandes nombres que siguen y respaldan los platillos Zildjian.
En esta noche tan especial para el mundo baterístico, este evento contó con una organización impecable y prolija, en la que los asistentes fuimos recibidos con un dossier conteniendo un detallado y lujoso catálogo Zildjian 2010, con descripción de todos sus modelos y las novedades de este año y una recorrida por los nombres de los bateristas que utilizan la marca (separados por géneros lo que lo torna muy atractivo y didáctico). Un souvenir por demás preciado y una excelente bienvenida para una noche que prometía.
Y así fue. Cuatro grandes nombres fueron convocados para el show: Topo Espíndola (Argentina), quien tocó entre otros con Antonio Birabent y actualmente es miembro estable de la banda de Skay Beilinson; Pipi Piazzola (argentina) un intérprete identificado con el tango y el jazz y autor del libro "Batería Contemporánea"; Waldo Madera (USA), que ha tocado junto a Paquito D'Rivera, Santana y muchos exponentes de la música latina y Mike Mangini( (USA), tal vez uno de los mejores bateristas del mundo, que compartió escenarios con Stve Vai, Joe Satriani y muchos otros, y es profesor del Berklee College of Music y ostenta el título de "el baterista más rápido del mundo".
Abrió la velada el Topo Espíndola con una intervención mezcla de solo y bases, de muy buen gusto y de excelente ejecución, alternando muy buenos fills con perfectos compases. Un gran primer momento.
Inmediatamente fue el turno de Pipi Piazzola, recién llegado de un viaje de Brasil, que explicó que por esa circunstancia no habita preparado una rutina, sino que iba a regalarnos un solo "desde el corazón". Comenzó entonces, desde un set extremadamente simple, a crear climas, a manejar la dinámica y a entregar una improvisación atrapante, sin red, audaz y original que se ganó el aplauso del público.
El siguiente turno fue para Waldo Madera quien desde un complejísimo set de batería desgranó ritmo, potencia y sabor latino con una técnica envidiable y tocando con un evidente placer y disfrute que se contagió a todos los que estábamos ahí. Daba gusto ver tocar a Waldo disfrutando de cada golpe y de cada cambio de ritmo, y sus palabras de agradecimiento en español (es hijo de dominicanos) revelaron una humildad y sencillez que sólo son patrimonio de los grandes.
Apenas estábamos reponiéndonos de la asombrosa participación de este extraordinario baterista, cuando se anunció a Mike Mingini, que se ubicó detrás de un set aún más complejo que el de Waldo y comenzó a deslumbrar con su técnica. Aquellos que crean que ser el baterista más rápido del mundo lo convierte en una máquina, no pueden estar más equivocados: precisión, sutileza, musicalidad, manejo del tempo y del ritmo alucinantes, y como si todo esto fuera poco una técnica apabullante, cambiando de zurdo a diestro, manejando seis pedales, cuatro Hi-hats y otros tantos redoblantes y poniendo potencia y velocidad al servicio del instrumento. Además explicó con enorme simpatía cómo estaba integrado su set, sus platillos y cuerpos y los distintos pedales, su técnica y sus años de estudio, hizo gala de un gran sentido del humor, y finalizó tocando sobre grandes temas del rock y del heavy en un par de medleys estupendos.
Una noche absolutamente única e impecablemente organizada por la gente de Zildjian y Todo Música (instrumentos musicales) en la que además, algunos afortunados se llevaron productos sorteados por las marcas auspiciantes.
(Gracias a Gama Tremolo por las fotos)

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