
martes, 12 de mayo de 2009
Gilmour en Concierto

sábado, 9 de mayo de 2009
viernes, 8 de mayo de 2009
La Leyenda del Blues: Robert Johnson

Sus primeros intereses musicales fueron el arpa y la armónica, que le atraían más que el colegio. Pronto encontró en un problema en la vista una excusa para abandonarlo en forma definitiva. Cerca de los diecinueve años, se interesó enormemente por la guitarra y en los clubes de la zona comenzó a estudiar el estilo de los diferentes guitarristas que se presentaban. Willie Brown, músico de cierta fama en la época trató de ayudarlo, enseñándole técnicas y secretos del instrumento. Así fue que Robert buscó perfeccionar su habilidad y destreza al tiempo que viajaba por el Delta del Mississippi, Canadá y hasta New York. En eso podría decirse que se le fue la vida, su corta vida que, como la de muchas figuras de la música, terminó a los veintisiete años.
En el mes de febrero de 1929 se casó con Viriginia Travis, pero este no sería un episodio feliz en su vida: el embarazo de Virginia terminaría trágicamente al fallecer en el parto ella y el bebé en Abril de 1930. Viriginia sólo contaba con dieciséis años.
La música sería el consuelo para este drama en la vida de Robert Johnson.
Un segundo casamiento, con Esther Lockwood, les daría un hijo, Robert “Junior” Lockwood, que también se dedicaría al blues.
Robert recorrió todo el sur de su país, y en esas circunstancias lo descubre Ernie Oertle, que lo vincula a un representante de una discográfica y de esta manera, en dos sesiones de grabación (una en un hotel de Texas y otra en Dallas) se registra toda la obra de Robert Johnson que nos quedó grabada. Once discos de 78 rpm publicados

En ellas podemos escuchar a Robert con una Gibson acústica semidestruida. Como todos los hechos de su vida, no hay ciencia cierta sobre el motivo de haber realizado las grabaciones de cara a un rincón en la pared; tal vez se debió a su timidez o simplemente al aprovechamiento de la acústica de la habitación.
En la vida de Robert Johnson ocupa un lugar fundamental la historia del pacto con el diablo, que él menciona en un par de sus canciones. La famosa “Crossroads Blues” narraría la historia de su encuentro con el diablo (perdón, David). Si bien no se refiere ningún pacto, el mito dice que Robert habría pactado con el demonio para obtener habilidad con la guitarra a cambio de ocho años de su vida. En “Me and the Devil Blues”, dice Robert: “temprano en la mañana/cuando llamaste a mi puerta/ yo dije: Hola Satán/es tiempo de partir”. Toda esta simbología, asociada al hecho de que en aquella época todo bluesman cabal debía tener una imagen de hombre misterioso y de peligro, hizo que en su círculo creciera con fuerza la idea de que efectivamente Robert había andado en negocios con el Príncipe de la Tinieblas.
La cuestión es que, pacto o no, este joven músico asombraba a quienes lo escuchaban y sorprendía a aquellos que lo conocían con un avance enorme en cada actuación.
Así, la leyenda de Robert Johnson se fue alimentando entre sus conocidos, llegando a atribuirle virtudes extraordinarias, como por ejemplo, repetir a la mañana siguiente nota por nota una canción escuchada en la radio luego de una noche de reunión entre muchas personas hablando sobre el sonido del apar

También estas habilidades y destrezas le ganaron mala reputación entre los maridos celosos que miraban con desconfianza la fascinación que el músico ejercía sobre las mujeres, y es por eso que se dice que cuando el diablo vino a cobrar su deuda el 16 de Agosto de 1938, fue un marido celoso el que envenenó su whisky, ocasionándole la muerte.
Un músico rodeado de misterio en su vida y de un nivel tal en su arte que su inspiración aún hoy alcanza a todos aquellos que empuñan una guitarra para cantar blues.
Siempre se creyó que sólo existían dos fotografías de Robert, hasta que en 2005 un experto en guitarras y blues en Estados Unidos descubrió en e-Bay una tercera del músico junto a su colega Johnny Shines. Esas tres únicas imágenes son las que ilustran esta entrada.
martes, 5 de mayo de 2009
Money

La firma Converse de zapatillas conmemora sus 100 años con la campaña 1(HUND)RED . Esta nueva colección tiene modelos inspirados por la música y entre los grupos y figuras que la colección rescata están The Doors, The Who, Ozzy Osbourne, Black Sabbath y The Grateful Dead.
Pero la que nos llamó la atención es la línea inspirada en Pink Floyd, con sus modelos Dark Side of the Moon, Wish you Were Here y Animals.


-Animals: Este modelo incluye en su diseño el logo de la banda en la parte superior: la imagen de un cerdo flotando en las nubes.

-Wish You Were Here: Diseño inspirado en la inquietante imagen de un hombre de negocios ardiendo y tomando la mano de otro, así como la imagen de un hombre sobre una duna de arena mostrando su propio álbum.
No están disponibles en nuestro país, razón por la que lo único que nos queda sobre el tema es opinar. ¿Alguien quiere ser el primero?
sábado, 2 de mayo de 2009
It won't be long

Nosotros también nos sentimos raros esta noche.
Les queremos agradecer un montón tanto afecto, tanta espontaneidad, en tiempos egoístas y mezquinos, como dice un rosarino.
También queremos decirles que estamos haciendo todo lo posible por volver al Aire en cuanto se pueda y que van a ser los primeros en enterarse.
Un beso fuerte, los queremos mucho.
Recuerden que podemos seguir en contacto por este blog, o bien por nuestra casilla de correo: lasalamandraradio@yahoo.com.ar
o SMS al 15 6400 8435
viernes, 1 de mayo de 2009
Nueva Edición de George Harrison: "Let it Roll"

miércoles, 29 de abril de 2009
El padre del blues eléctrico

McKinley Morganfield nació el 4 de Abril de 1915 en Rolling Fork, Mississippi, como corresponde a todo blusero que se precie. Su apodo Muddy Waters deriva de su extraña predilección infantil de revolcarse en el barro y chapotear en aguas pantanosas, aunque hay quienes afirman que también hay un sentido figurado en su nombre de fantasía, ya que el muchacho también andaba en las aguas de la ilegalidad destilando alcoholes no permitidos en los típicos alambiques del sur de los Estados Unidos. Cuando era muy pequeño, con apenas tres años, se traslada con su abuela a vivir en la plantación de algodón Stovall en Clarksdale. Esta no parece ser la más feliz de las vidas para un chico, y es así que, como muchos otros, la música es la tabla de salvación a la que Muddy se aferra para escapar a las penurias de una vida dura en los campos de algodón. A los siete años ya toca la armónica y a los diecisiete es conocido en la zona no sólo como buen destilador sino también como un buen guitarrista. Así, a medida que Muddy iba madurando, su habilidad con la guitarra iba perfeccionándose, dominando el slide y desarrollando su estilo potente y definido como cantante. En 1941, un equipo de
En 1943 Muddy deja el Delta para ya no volver y se instala en Chicago, donde Big Bill Broonzy lo toma bajo su tutela y lo coloca en la banda de Sonny Boy Williamson, a quien Muddy acompañará durante un tiempo, aprovechando la afición de Sonny a la barra de los bares más que a los escenarios para tomar el lugar de cantante en el grupo con su guitarra acústica.
En 1944 su primo Joe Brant le regala su primera guitarra eléctrica y este regalo marcaría un cambio definitivo no sólo en la música de Muddy, sino en la historia del blues y también del rock. Forma su propia banda y ya es imparable en el circuito de blues de Chicago y su fama es cada vez mayor. El mítico sello Chess lo contrata en 1948, y los hermanos Chess tratan de que en el estudio Muddy conserve su estilo lo más puro posible. Muddy se desarrolla no sólo como intérprete; también se revela como un magnífico compositor y sus tempranos temas “I can’t be satisfied” y “Feel like going home” son clásicos instantáneos. Luego vendrán “Manish Boy”, “Got my Mojo working” y muchos más, además de los que le regala su amigo Willie Dixon, como por ejemplo “Hoochie Coochie Man” o “I’m ready”.
Muddy permanecerá en Chess hasta 1977 y su influencia irá creciendo no sólo en el ámbito del blues, donde es reconocido como el indiscutible “padre del blues eléctrico”, sino en las generaciones de músicos ingleses de rock, como Eric Clapton, The Rolling Stones, John Mayall, Jim Morrison y muchos otros. Tampoco Europa se resistió al encanto de este hombre que en los escenarios demostraba un quieto magnetismo que cautivaba a su audiencia. Hasta su muerte el 30 de Abril de 1983, Muddy grabó en el sello Blue Sky de Johnny Winter (quien lo admiraba profundamente) registrando en esta casa cuatro álbumes.
Su influencia en los músicos de su generación y en las siguientes es absolutamente inconmensurable, ya que su rastro se nota en los repertorios que aún hoy llevan a los escenarios los grandes nombres de la música y en los estilos de muchos de los guitarristas y cantantes de su propia generación que siguen actuando.
Muddy Waters seguirá siendo un inagotable espejo para todo “bluesman” o para todo “rocker” que esté interesado en saber de dónde viene su música y por qué el primitivo blues del Delta sigue conservando su esencia entre las cuerdas de una guitarra eléctrica.
martes, 28 de abril de 2009
For absent friends

Northern Songs

Una reflexión interesante

Nuestro amigo, escritor y pensador (entre otras cosas) J. R. Lucks, ha publicado en su blog un comentario que nos parece muy interesante acerca de un tema de Sui Generis del álbum Confesiones de Invierno.
Los invitamos a leerlo, y, por supuesto, a opinar.
domingo, 26 de abril de 2009
So long, farewell....

viernes, 24 de abril de 2009
La forma de las cosas
