McKinley Morganfield nació el 4 de Abril de 1915 en Rolling Fork, Mississippi, como corresponde a todo blusero que se precie. Su apodo Muddy Waters deriva de su extraña predilección infantil de revolcarse en el barro y chapotear en aguas pantanosas, aunque hay quienes afirman que también hay un sentido figurado en su nombre de fantasía, ya que el muchacho también andaba en las aguas de la ilegalidad destilando alcoholes no permitidos en los típicos alambiques del sur de los Estados Unidos. Cuando era muy pequeño, con apenas tres años, se traslada con su abuela a vivir en la plantación de algodón Stovall en Clarksdale. Esta no parece ser la más feliz de las vidas para un chico, y es así que, como muchos otros, la música es la tabla de salvación a la que Muddy se aferra para escapar a las penurias de una vida dura en los campos de algodón. A los siete años ya toca la armónica y a los diecisiete es conocido en la zona no sólo como buen destilador sino también como un buen guitarrista. Así, a medida que Muddy iba madurando, su habilidad con la guitarra iba perfeccionándose, dominando el slide y desarrollando su estilo potente y definido como cantante. En 1941, un equipo de
En 1943 Muddy deja el Delta para ya no volver y se instala en Chicago, donde Big Bill Broonzy lo toma bajo su tutela y lo coloca en la banda de Sonny Boy Williamson, a quien Muddy acompañará durante un tiempo, aprovechando la afición de Sonny a la barra de los bares más que a los escenarios para tomar el lugar de cantante en el grupo con su guitarra acústica.
En 1944 su primo Joe Brant le regala su primera guitarra eléctrica y este regalo marcaría un cambio definitivo no sólo en la música de Muddy, sino en la historia del blues y también del rock. Forma su propia banda y ya es imparable en el circuito de blues de Chicago y su fama es cada vez mayor. El mítico sello Chess lo contrata en 1948, y los hermanos Chess tratan de que en el estudio Muddy conserve su estilo lo más puro posible. Muddy se desarrolla no sólo como intérprete; también se revela como un magnífico compositor y sus tempranos temas “I can’t be satisfied” y “Feel like going home” son clásicos instantáneos. Luego vendrán “Manish Boy”, “Got my Mojo working” y muchos más, además de los que le regala su amigo Willie Dixon, como por ejemplo “Hoochie Coochie Man” o “I’m ready”.
Muddy permanecerá en Chess hasta 1977 y su influencia irá creciendo no sólo en el ámbito del blues, donde es reconocido como el indiscutible “padre del blues eléctrico”, sino en las generaciones de músicos ingleses de rock, como Eric Clapton, The Rolling Stones, John Mayall, Jim Morrison y muchos otros. Tampoco Europa se resistió al encanto de este hombre que en los escenarios demostraba un quieto magnetismo que cautivaba a su audiencia. Hasta su muerte el 30 de Abril de 1983, Muddy grabó en el sello Blue Sky de Johnny Winter (quien lo admiraba profundamente) registrando en esta casa cuatro álbumes.
Su influencia en los músicos de su generación y en las siguientes es absolutamente inconmensurable, ya que su rastro se nota en los repertorios que aún hoy llevan a los escenarios los grandes nombres de la música y en los estilos de muchos de los guitarristas y cantantes de su propia generación que siguen actuando.
Muddy Waters seguirá siendo un inagotable espejo para todo “bluesman” o para todo “rocker” que esté interesado en saber de dónde viene su música y por qué el primitivo blues del Delta sigue conservando su esencia entre las cuerdas de una guitarra eléctrica.