En Octubre de 1940 la ciudad de Liverpool, al norte de Inglaterra, estaba siendo sometida a intensos bombardeos por parte de la Luftwafe (la fuerza aérea alemana), pero la noche del 9 hubo un pequeño respiro. A las 6.30 pm, en la maternidad del Oxford Street Hospital nacía John Winston Lennon, hijo de Julia y Alfred Lennon. Fred Lennon estaba embarcado en alta mar y raramente vio a su hijo. Julia tendía mucho más a dedicarse a ella misma que a su pequeño hijo, por lo que John parecía destinado a ser criado por su tía Mimi, y efectivamente así fue, ya que su cuidado se le encargó a Mimi y a su tío George, en la tranquila área de Woolton en Liverpool. Su madre, ante la ausencia de Fred, se fue a vivir con otro hombre (John Dykins) de manera tal que la Tia Mimi quedó oficialmente a cargo de John. En 1946, Alfred Lennon se presentó y se llevó a su hijo a una pequeñas vacaciones en Blackpool, con intención de emigrar a Nueva Zelandia llevándose a su hijo. Pero Julia se presentó y llevó a John de regreso a Liverpool, no sin antes ponerlo en la terrible disyuntiva de elegir (con apenas 5 años) entre su padre y su madre. John fue a la primaria Dovedale. Allí, además de comenzar a manifestar su rebeldía, mostró su temprano interés por el dibujo. En 1952 comenzó en la secundaria Quarry Bank Grammar School y entabló amistad con Peter Shotton, de quien se volvió inspeparable.
En 1955 su tío George murió, y a pesar de que el amor que Mimi (aún siendo autoritaria) le brindaba, la falta de respaldo de su madre y su padre fueron un factor determinante en su vida. Y mucho más aún lo sería la pérdida de su madre, muerta en un accidente de tránsito el 15 de Julio de 1958, cuando ella y John estaban retomando su relación.
Junto a Peter Shotton las locuras adolescentes arreciaron y el trabajo escolar se vió resentido, aunque fue durante este período que John demostró sus habilidades como escritor y artista en una serie de libros de ejercicio y humor llamdos por él mismo "The Daily Howl". TAmbién curiosamente, en la adolescencia su regalo preferido eran los libros, y entre sus favoritos estaba la serie "Alicia", de Lewis Carrol.
Cuando el boom del skiffle sacudió a Gran Bretaña, John reunió a algunos de sus amigos de la escuela en una banda a la que llamó The Quarry Men. Era Mayo de 1955 y había decidido ser músico. Algunos cambios a través del tiempo en los integrantes de la banda condujeron a la tarde del 6 de Julio de 1957, en la que se produciría el más importante de esos cambios. En la fiesta celebrada en la Parroquia de Woolton, John conoce al joven Paul McCartney, quien inmediatamente se incorpora a la banda. Algo mucho más serio comenzó a gestarse a partir de ese momento, y The Quarry Men pasó por varios nombres antes de convertirse en The Beatles y llegar a la formación estable de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Pete Best. Así llegarían a Hamburgo para actuaciones que los convertirían en expertos músicos gracias a las agotadoras horas en los escenarios de los clubes frente a audiencias muchas veces difíciles y hostiles. Uno de los trabajos grabados en esa época de Hamburgo llegó a oídos de Brian Epstein, un comerciante de discos de Liverpool, que los fue a ver al Cavern Club en esa ciudad, para convertirse en su manager y protector. Así llegan a un contrato con Parlophone (subsidiaria de EMI) manejada por el productor George Martin. A instancias de este último, Pete Best es reemplazado en la batería por Ringo Starr, y esa es definitivamente la banda que conmociónó el mundo musical. Con The Beatles John Lennon alcanzó lo que muchos sueñan y muy pocos pueden alcanzar: un lugar de excelencia en lo arístico que lo llevó a lo más alto de la consideración y popularidad mundial. Sus trabajos fueron superándose uno tras otro y cada nueva producción era recibida por crítica y audiencia con elogios y admiración. Marcaban rumbos y generaban tendencias, imponían la moda creándola a cada paso y exploraban estilos musicales convirtiéndolos en propios con una naturalidad asombrosa: cada disco era distinto del anterior, pero a la vez todos eran inconfundiblemente "beatle". Además John se daba el gusto de escribir y publicar libros con sus reflexiones, ocurrencias, humoradas y afiladas críticas al mundo en general. Se llamaron "In his own write" y "A spaniard in the works".
Una vida de éxito y fama, de triunfos y alabanzas que pronto comenzaron a cansar al John rebelde e inconformista que aún latía debajo del Beatle. 1968 supuso un cambio fundamental en muchos aspectos. John se separó de Cynthia, la chica con la que se había casado en 1962 para entablar una relación con la artista japonesa Yoko Ono, quien sería su segunda esposa. John tuvo un hijo de cada uno desus matrimonios: Julian y Sean.
Pero no fue ese el único cambio que se perfilaba en los planes de John. Se había cansado de The Beatles y no encontraba que la música que producían lo conformase, sino que cada vez lo molestaba más y más pertenecer a una banda que ya no le interesaba. John creía que haber triunfado con The Beatles era una traición a los ideales originales por lo que había fundado la banda. Hay que recordar John dijo alguna vez que lo mejor que The Beatles había hecho no había quedado grabado ya que había sido en la épocas de Hamburgo. Necesitaba otro aire tal como lo había necesitado en la adolescencia al crear el grupo. Y con la misma determinación con que comenzó la banda, la terminó, aunque en las crónicas oficiales el anuncio lo haya hecho Paul. "Es sólo una banda de rock que se separa, ahí tienen los discos" dijo John y pegó el portazo.
Comenzó una nueva etapa en su vida, con mucha más acidez y más enojo, aunque tal vez sólo fueran la acidez y el enojo que no había podido mostrar antes. Dirigió su inspiración a otros temas, abordó las cuestiones políticas que el target "beatle" le impedía abordar, habló de todo y de todos, y no ahorró ni talento ni desbordes, y siguió creando, con menos rigor y menos exigencia personal, tal vez, pero con la misma autenticidad de siempre. álbumes estupendos y canciones memorables volvieron a salir de su guitarra hasta que voluntariamente se llamó a silencio para criar a su segundo hijo, delegando en Yoko las cuestiones comerciales. Cuando, después de cinco años, se disponía a volver, la incongruencia y la locura nos lo arrebataron. Cinco disparos mataron a un hombre pero no pudieron terminar con John Lennon, quien en apenas cuarenta años había construído un mito indestructible. Y en el que sería su cumpleaños Nº 69, queremos reivindicar de su figura algo que la prensa mundial enfoca sólo desde un único ángulo: evocan a John Lennon el luchador por la paz, el creador de Imagine, el pacifista y el que usaba todos los medios a su alcance para el mensaje antibelicista. Olvidan tal vez el más importante de los logros de John, y en forma injusta minimizan su rol como fundador y motor del grupo más grande en la historia de la música contemporánea: The Beatles. John fue, aún a pesar de él mismo, un Beatle, con todo lo que eso significa, incluyendo uno de los más poderosos mensajes de amor que el mundo haya recibido jamás. Es posible que no se haya equivocado al disolver la banda en el momento preciso, pero su mayor acierto fue crearla y darle a la humanidad uno de los más elevados exponentes artísticos de que se tenga memoria. John fue, básicamente y ante todo, un Beatle y ese mérito es suficiente para que el mito nunca muera. Así lo recordamos hoy: John Lennon, Beatle.