Un 26 de Diciembre de 1967, la televisión británica pone al aire (y en blanco y negro) “Magical Mystery Tour”, el film de The Beatles que ellos mismos habían producido y dirigido. Hay quienes sindican a este trabajo como el primer fracaso del grupo. El tiempo, dicen, es el mejor juez. Pero vayamos a cómo y por qué pasaron las cosas.
El 25 de abril de 1967, en los estudios Abbey Road, Paul reúne a John, George y Ringo y les cuenta su proyecto de realizar Magical Mistery Tour, el que en principio sería un corto para televisión y un mini LP o un doble EP. Esa misma noche, con producción de George Martin, graban las primeras tomas del tema principal.
Pero todo queda ahí hasta más adelante. La aparición en junio de ese mismo año, de Sargeant Pepper y, también en ese mismo mes, la emisión del programa de Mundovisión “Our World” en la que, con una audiencia global de 400 millones de personas, Inglaterra aporta a través de Los Beatles All you need is love, postergan el proyecto Magical Mistery Tour.
La muerte de Brian Epstein el 27 de agosto parece precipitar las cosas. Es nuevamente Paul quien, apenas cuatro días después de la muerte de su manager, reúne al grupo en su casa con intención de trazar planes para el futuro. Se decide que volver al trabajo sería una buena terapia, y una forma de hacerlo es retomar proyectos paralizados como Magical Mistery Tour. Inmediatamente se inician las grabaciones de las canciones y el rodaje del film.
Hasta aquí la narración histórica o cronológica de lo que sería el primer fracaso de Los Beatles, ya que, si bien el doble EP es magnífico en sus canciones, el film fue pulverizado por la crítica.
La filmación se había llevado adelante en un viaje a través del campo inglés en un ómnibus alquilado y con 43 actores quejándose de la forma de vida que el tour les imponía. No había manera de que alguien quisiera compartir la habitación de un hotel con otro. Las comidas eran un caos.
Tampoco había guión. Se suponía que todo lo que fuera a filmarse sería mágico. Sólo que no hubo magia. Indisciplinada y sin coherencia, la película resultó una compilación de humor adolescente y de “descarada basura”, como la calificó el Dayly Express. Paul intentó explicar lo inexplicable, argumentando que no habían sido entendidos. Según él, su intención había sido mostrar que cualquiera podía hacer una película y que el hecho de ser inexpertos ayudaría a que el film fuera fresco y novedoso. No convenció a nadie. Nadie le creyó.
Es que la realidad era otra. Los Beatles habían discutido el proyecto mientras Brian Epstein vivía. Justamente Brian había remarcado la necesidad de encontrar un buen guionista y, una vez encontrado, podría buscarse al director adecuado.
Muerto Brian, Paul, quien más confianza se tenía por ese entonces, pensó que ellos mismos podían ser guionistas y directores, cuando tal vez lo más prudente hubiera sido serenarse, enfrentar el shock de perder a su guía y amigo, para luego comprender que su presencia no había sido ajena a sus éxitos. El ejemplo de Sargeant Pepper, en el que quedó demostrado que no sólo basta con el talento, pareció no servir. El impulso y el capricho de quien creyó poder erigirse en el líder de Los Beatles produjo el primer traspié en su carrera en un momento en el que, por otra parte, no era necesario arriesgarse a una aventura irreflexiva: Sargeant Pepper continuaba asombrando al mundo y era aún un éxito duradero, y los ecos de All you need is love seguían resonando por todo el planeta, en tanto que la espléndida Hello Goodbye acababa de alcanzar el número uno en Inglaterra y Estados Unidos.
Quizás sea redundante volver al tema, pero el pretendido liderazgo de Paul sobre sus compañeros comenzaba a causar estragos en el alma Beatle al llevarla por caminos ajenos a su esencia: la música. Esto queda demostrado por el incuestionable hecho de que, mientras el film fue un estrepitoso fracaso, tanto el EP como el álbum editado en Estados Unidos son número uno con permanencias de hasta 25 semanas en ese puesto, y más de un año en los diferentes puestos de las listas.
Sin embargo, y a pesar de lo evidente que hoy resulta todo esto, nadie se opuso a estos caprichos, pero los tres restantes comenzaron a tomar rumbos que los irían alejando de los planes que Paul trazaba para el grupo, intentando incluso la meditación trascendental, que resultaría un nuevo fracaso, pero esta vez a nivel personal.
George había ya definido su Wonderwall; Ringo comenzaba a mostrar interés por el cine en expresiones más “serias” que Magical Mistery Tour; John, junto a Yoko, se adentraba en nuevas experiencias artísticas.
A pesar de todo, serían capaces de producir el hasta hoy inagotable White Album.
Pero el contacto con el fracaso había dejado resquebrajadas las bases y las manzanas comenzaban a agriarse.
El 25 de abril de 1967, en los estudios Abbey Road, Paul reúne a John, George y Ringo y les cuenta su proyecto de realizar Magical Mistery Tour, el que en principio sería un corto para televisión y un mini LP o un doble EP. Esa misma noche, con producción de George Martin, graban las primeras tomas del tema principal.
Pero todo queda ahí hasta más adelante. La aparición en junio de ese mismo año, de Sargeant Pepper y, también en ese mismo mes, la emisión del programa de Mundovisión “Our World” en la que, con una audiencia global de 400 millones de personas, Inglaterra aporta a través de Los Beatles All you need is love, postergan el proyecto Magical Mistery Tour.
La muerte de Brian Epstein el 27 de agosto parece precipitar las cosas. Es nuevamente Paul quien, apenas cuatro días después de la muerte de su manager, reúne al grupo en su casa con intención de trazar planes para el futuro. Se decide que volver al trabajo sería una buena terapia, y una forma de hacerlo es retomar proyectos paralizados como Magical Mistery Tour. Inmediatamente se inician las grabaciones de las canciones y el rodaje del film.
Hasta aquí la narración histórica o cronológica de lo que sería el primer fracaso de Los Beatles, ya que, si bien el doble EP es magnífico en sus canciones, el film fue pulverizado por la crítica.
La filmación se había llevado adelante en un viaje a través del campo inglés en un ómnibus alquilado y con 43 actores quejándose de la forma de vida que el tour les imponía. No había manera de que alguien quisiera compartir la habitación de un hotel con otro. Las comidas eran un caos.
Tampoco había guión. Se suponía que todo lo que fuera a filmarse sería mágico. Sólo que no hubo magia. Indisciplinada y sin coherencia, la película resultó una compilación de humor adolescente y de “descarada basura”, como la calificó el Dayly Express. Paul intentó explicar lo inexplicable, argumentando que no habían sido entendidos. Según él, su intención había sido mostrar que cualquiera podía hacer una película y que el hecho de ser inexpertos ayudaría a que el film fuera fresco y novedoso. No convenció a nadie. Nadie le creyó.
Es que la realidad era otra. Los Beatles habían discutido el proyecto mientras Brian Epstein vivía. Justamente Brian había remarcado la necesidad de encontrar un buen guionista y, una vez encontrado, podría buscarse al director adecuado.
Muerto Brian, Paul, quien más confianza se tenía por ese entonces, pensó que ellos mismos podían ser guionistas y directores, cuando tal vez lo más prudente hubiera sido serenarse, enfrentar el shock de perder a su guía y amigo, para luego comprender que su presencia no había sido ajena a sus éxitos. El ejemplo de Sargeant Pepper, en el que quedó demostrado que no sólo basta con el talento, pareció no servir. El impulso y el capricho de quien creyó poder erigirse en el líder de Los Beatles produjo el primer traspié en su carrera en un momento en el que, por otra parte, no era necesario arriesgarse a una aventura irreflexiva: Sargeant Pepper continuaba asombrando al mundo y era aún un éxito duradero, y los ecos de All you need is love seguían resonando por todo el planeta, en tanto que la espléndida Hello Goodbye acababa de alcanzar el número uno en Inglaterra y Estados Unidos.
Quizás sea redundante volver al tema, pero el pretendido liderazgo de Paul sobre sus compañeros comenzaba a causar estragos en el alma Beatle al llevarla por caminos ajenos a su esencia: la música. Esto queda demostrado por el incuestionable hecho de que, mientras el film fue un estrepitoso fracaso, tanto el EP como el álbum editado en Estados Unidos son número uno con permanencias de hasta 25 semanas en ese puesto, y más de un año en los diferentes puestos de las listas.
Sin embargo, y a pesar de lo evidente que hoy resulta todo esto, nadie se opuso a estos caprichos, pero los tres restantes comenzaron a tomar rumbos que los irían alejando de los planes que Paul trazaba para el grupo, intentando incluso la meditación trascendental, que resultaría un nuevo fracaso, pero esta vez a nivel personal.
George había ya definido su Wonderwall; Ringo comenzaba a mostrar interés por el cine en expresiones más “serias” que Magical Mistery Tour; John, junto a Yoko, se adentraba en nuevas experiencias artísticas.
A pesar de todo, serían capaces de producir el hasta hoy inagotable White Album.
Pero el contacto con el fracaso había dejado resquebrajadas las bases y las manzanas comenzaban a agriarse.
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