En el año 2005 Paul McCartney editaba "Chaos and creation in the backyard", un álbum que deslumbraba por la heterogeneidad de sus temas.
Paul conmovía una vez más, nos invitaba a la reflexión, recordaba amigos, amores, y pregonaba el encuentro, todos los encuentros.
También se ocupaba de retratar una tradición inglesa: el té. Como en la época de los Beatles, Paul podía hacerlo de nuevo: lograr la perfección de una canción en apenas 2 minutos.
También se ocupaba de retratar una tradición inglesa: el té. Como en la época de los Beatles, Paul podía hacerlo de nuevo: lograr la perfección de una canción en apenas 2 minutos.
Allá por 2008, conocíamos una publicidad que se ha vuelto a emitir por estos días:
Elevamos nuestras plegarias para que las musas vuelvan de sus vacaciones.