El 3 de Agosto de 1929, en New York, muere Emile Berliner, un alemán nacido en Hanover en 1851. Había entrado a trabajar en los laboratorios de Graham Bell en 1878 y en 1884, ya independizado de Bell, comienza a experimentar en el campo de la acústica y es así que en 1885 inicia sus trabajos sobre un nuevo aparato reproductor que no se basara en el cilindro reproductor de Thomas Alva Edison (fonógrafo), sino en una superficie plana y redonda que había sido despreciada anteriormente. De a poco el trabajo de Berliner fue tomando forma y consiguió desarrollar un método de modulación del sonido trazando lateralmente un surco sobre la superficie del disco, para finalmente presentarlo en forma oficial en 1888. Su invento consitía en un plato o disco laqueado recorrido por una aguja que daba vueltas sobre él. Berliner lo denominó disco. También inventó un sistema de reproducción y copias en serie a partir de un disco original, por lo que es considerado el padre de la industria discográfica. Berliner patentó ambos inventos y se formó la sociedad Berliner-Johnson. Su socio, intuitivo, compró en 1900 una imagen y sus derechos al pintor Francis Barraud. El cuadro, llamado His Master's Voice, estaba destinado a convertirse en la imagen más célebre de la historia del fonograma: el perro Nipper escuchando atentamente la bocina de un aparato reproductor de fonogramas. Lo curioso es que Johnson tuvo que persuadir al pintor para que cambiara un elemento en su pintura original, ya que Nipper estaba escuchando el fonógrafo de Edison. Finalmente, Barraud reemplazó el fonógrafo por el gramófono de Berliner. La imagen fue usada como marca de la Gramophone Company en Estados Unidos primero y luego en el Reino Unido, para convertirse con el paso de los años en una de las marcas más conocidas mundialmente.
En 1902 Berliner y Johnson establecieron la Victor Talking Company y para esa fecha se produjo el avance de grabar el disco en la dos caras. En 1910 el gramófono se impuso mundialmente como aparato reproductor superando ampliamente al fonógrafo. Una historia más que (junto al original invento de Edison y su fonógrafo) nos han permitido disfrutar de la obra de artistas y músicos y han llevado sus trabajos a todos los rincones del mundo. Para Emile Berliner, hats off.